Una vez pasado el periodo de adaptación a nuestra nueva situación y las evaluaciones iniciales, pudimos comenzar a trabajar cosas más interesantes y divertidas.
Lo primero que hicimos fue analizar qué estaba pasando a nuestro alrededor, por qué empezaba a hacer más frío, los días eran más cortos y llovía... El otoño estaba llegando. Y nosotros quisimos darle la bienvenida:
Primero buscamos fotos en las que aparecían muchos árboles con las hojas cambiando el color, resulta que el otoño trae colores muy bonitos y variados, y nosotros quisimos tener uno en clase igual de bonito. Con ceras blandas, purpurina e imaginación construimos nuestro árbol de las estaciones.
Más adelante empezamos a pensar en cosas que ocurren en otoño, y así surgió el libro de la estación.
Y este es el resultado final:
Y por último, y por petición expresa de los niñ@s, hemos aprendido esta bonita poesía:
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