Desde la Consejería de educación, se convocó un concurso en los colegios, como todos los años, esta vez de tarjetas navideñas. La idea era que cada colegio hiciera o eligiera una tarjeta con motivo navideño para decorar el gran árbol que iban a poner allí.
Nosotros pensamos que sería precioso aprovechar esto para que las familias se unieran con los niños y realizasen sus felicitaciones para todos. Con ellas se decoró toda la entrada y el pasillo, y un jurado, compuesto por un representante de cada ciclo y el equipo directivo, decidirían la tarjeta ganadora que iría a Consejería.
Tengo que decir que fue una tarea complicadísima poder elegir una sola, porque tuvimos verdaderas maravillas expuestas.
Ésta fue la finalista y elegida, y así quedó el hall de la Consejería de educación
También es época de portadas navideñas, y ese año decidimos hacerle un homenaje a esas bolas decorativas que aparecen todos los años en nuestras casas para alegrar el árbol.
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