Ayer comenzó el día como siempre: pasando lista, tachando el día del calendario, poniendo la fecha... hasta que un niño soltó "¡Seño! Hoy es San Valentín" y así empezó la conversación de la mañana.
La semana de antes habíamos preparado dos regalos, el de los abuelos del lunes y el que hoy nos serviría para jugar y celebrar la fiesta. Hicimos corazones de goma eva rellenos, unos se convirtieron en marcapáginas para los abuelos y otros se quedaron para San Valentín.
Con los corazones sueltos hicimos un juego de San Valentín. Fue algo similar al juego de las sillas: mientras sonaba el pandero se intercambiaban los corazones y al parar tienen que leer el corazón que les toque. Tuvimos la inestimable ayuda de Ginés que vino a clase a estar un ratito con nosotros y, al final, se llevaron los corazones de los compañeros a casa.
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