Muy pronto en el curso, el 21 de septiembre, cambiamos de la estación del verano a la del otoño. Suele ser un tema que se trabaja mucho en infantil puesto que los cambios que se producen a nuestro alrededor son muy llamativos:
- Se hace oscuro pronto
- Llueve
- Hay nubes
- Salen caracoles
- Se hace de noche rapido
- Me pongo chaqueta por la mañana
- Las hojas se caen
Como todo eso nos llama mucho la atención y nos gusta, el año pasado comencé un experimento en clase, con un cubo del patio roto por debajo, piedras y tierra, el cartón del final del papel continuo y un poco de poliespán, creamos un árbol que nos duró buena parte del curso.
Este año hemos vuelto a repetir, solo que en la parte de arriba hemos clavado ramas de verdad en un trozo de poliespán. Mirad todo lo que hemos trabajado:
Una vez terminado y logrado esto:
nos dimos cuenta de que para que se caigan las hojas, primero debe haberlas. Tras observar las hojas del patio, vimos que ya no estaban verdes como en primavera o verano, así que empezamos a trabajar los colores del otoño: naranja, marrón, verde oscuro, gris... y decidimos decorar unas cuantas hojas para nuestro árbol. Algunas fueron individuales y otras en grupos
Y éste es el resultado final de nuestro gran trabajo
2 comentarios:
Que chulo te ha quedado el árbol, muy original y facil de hacer y en volumen algo que parece dificil conseguir en el aula.
Muchar gracias Lola por tus palabras, a veces las cosas parecen más dificiles de lo que son. Seguro que con utensilios cotidianos seguimpos haciendo preciosos trabajos... Si se os ocurre alguno ¡decidlo!
Un besoo
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