Un día la princesa jugaba a hacer equilibrios cerca de un pozo que se encontraba en ese bosque y ¡Oh dios mio! la pelota cayó dentro. "¿Qué puedo hacer ahora? ¿Cómo sacar la pelotita?"
"Yo puedo ayudarte" dijo una rana que se encontraba cerca de la princesa. "Si me prometes un beso yo bajaré al pozo y t traeré la pelota de plata"
A la princesa le daba un poco de asco la rana, pero deseaba recuperar la pelota, así que lo prometió y la rana se metió de un salto al pozo para recuperar la pelota. Cuando salió y le devolvió la pelota a la princesa, ella salió corriendo hacia el castillo olvidando su promesa.
Al llegar allí le dio mucha hambre y al sentarse en la mesa real apareció la rana de nuevo "Princesa me prometiste un beso pro rescatar la pelota" Aunque a la princesa le daba mucho asco, recordó algo que sus padres los reyes le repetían siempre:
"Si haces una promesa a quien sea, debes cumplirla siempre"
Asi que se dispuso a luchar contra su asco y dar el premio prometido. En el momento en que lo hizo... la rana saltó y ¡Apareció un apuesto príncipe!
"Gracias a ti, el maleficio se ha roto. ¡Gracias princesa!"
Los jóvenes se miraron a los ojos y se enamoraron, se casaron y vivieron por siempre felices.
(Adaptación para el cuentacuentos del relato "El rey sapo")
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