Los niñ@s estaban muy seguros se sus respuestas en cada ocasión. La primera fue un vasito de coca cola que pasamos de mano en mano para que todos lo pudieran ver y oler.
La conclusión casi unánime fue que se mezclaría sin problemas. Y, efectivamente, fue así.
Luego vino el turno de la pintura. Todos opinaban que ocurriría lo mismo que con la coca cola, que se mezclaría al contacto con el agua. Quedaron sorprendidos cuando vimos lo que ocurrió.
¡Necesita ayuda para mezclarse! Sin embargo, al darle unas vueltas, se unió todo.
El zumo de naranja fue la siguiente prueba.
Igual que con la coca cola, el zumo se mezcló rápidamente y sin ayuda con el agua.
El orégano, planta que la mayoría de niñ@s no conocía, la olieron y la tocaron con cara de asombro. Muchos no sabían ni que se utiliza en la pizza que tanto les gusta.
El resultado es que ni con ayuda ni sin ella conseguimos mezclarlo.
El último experimento se realizó con aceite ¿Qué pasaría?
No hay comentarios:
Publicar un comentario