Sin embargo, a veces, cuando paramos un poco y permitimos que se expresen, nos sorprenden. Eso es lo que ocurrió justo antes de las vacaciones:
Un día nos pusimos con un folio en blanco delante, y después de poner el nombre y los apellidos en él, les sugerí que cada uno escribiera su cuento de navidad como supiera.
Luego tendrían que dibujarlo y leermelo... Los resultados fueron tan espectaculares que no he podido resistirme a enseñarlos.
Disfrutarlos pinchando debajo de la imagen.

http://zonadeloscuentos.blogspot.com/2012/01/cuentos-de-navidad.html
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