El jueves tocó el turno de nuestro querido Toni, que por unos minutos se convirtió en amigo del profesor Frankenstein y comenzó a enseñarnos a hacer partes de monstruos y escribir mensajes ocultos:
- Comenzó exprimiendo medio limón, cogió un palillo y se puso a escribir un mensaje invisible que después revelaría.
- El cerebro del monstruo (blandiblú o plastilina, como decían mis niñ@s) con cola, detergente líquido y colorante rojo... ¡Todo estaba liquido al principio!
- El monstruo necesita ser de un color, Frankenstein de hecho era verde, y nuestro Toni nos enseñó cómo con leche, colorantes y jabón, conseguimos que dichos colores bailen en el cuenco, si es más profundo bailarán mejor.
- Para que nuestro monstruo se mueva, debíamos crear su sangre en movimiento. Para eso fue necesario usar agua, aceite de girasol, colorante y una pastilla ecervescente. Mirad qué chulada.
- La piel del monstruo parece blanda y líquida pero al actuar fuerte y rápido sobre ella... da sorpresas. La maizena y el agua son los protagonistas del momento
- Para finalizar, usamos una lámpara ppara descifrar el mensaje secreto que se escribió al comienzo de la sesión y salió
Toni eres un genio
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