"Érase una vez un pececito que vivía feliz en el mar. Un día se acercó a la orilla y vio con tristeza que la gente que había ido a la playa no había recogido la basura que había creado.
Poco a poco, las olas del mar y el viento arrastraron la suciedad a su hogar y comenzó a encontrarse papeles, bolsas, envases, cordones...
El pobre Pedrito, que así se llamaba el pececito, empezó a verse rodeado de basura que lo chafaba, escondía la luz del sol y no le permitía encontrar comida. Pedrito lloraba y cada vez estaba más débil por no vivir en un mar transparente y bonito.
Un día, casi ya sin fuerzas, se acercó a la orilla y lo encontró una ardilla. "¿Qué te pasa?"
"No veo la comida y las algas ya no crecen por la suciedad del agua, hace días que no como"
"No te preocupes Pedrito, sé cómo ayudarte"
La ardilla fue corriendo a un campamento que había ahí cerca y llamó a todos los niños que encontró. Juntos fueron a la playa y comenzaron a quitar la basura que vieron.
Poco a poco, el agua se fue limpiando y Pedrito pudo encontrar comida y ponerse fuerte de nuevo. Los niños al ver lo que había pasado, prometieron no volver a ensuciar la playa y limpiarla cada vez que pudieran"
Mientras contamos este cuento, cogimos una pecera y fuimos llenándola con la basura que encontramos hasta que llegó el momento de salvar a Pedrito. Poco a poco el agua se ha ido limpiando cada vez más y han ido apareciendo amigos de Pedrito y han crecido plantas y todo...
Mirad qué pecera tan preciosa tenemos (Lástima que no sea tranparente por los lados)
Gracias a Laura por su bonito detalle con nosotros. Un beso y mucho ánimo cielo.
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